Con la cabeza llena de paisajes montañosos verdes y el corazón está a punto de explotar de alegría es que escribo estas palabras. Es todavía extraño vivir entre las montañas. En general, cuando conduzco lo que puedo ver es el bosque, los campos y a veces las zanjas. Pero en Cusco hay: extrañas arquitecturas y montañas hasta donde alcanza la vista. ¡Completamente extraordinario!
Un fin de semana muy turístico:
Podía estar cansada durante el valle sagrado, no podía cerrar los ojos porque los colores y el esplendor de las montañas eran tan imponentes. El valle sagrado son diferentes lugares con restos arqueológicos de los incas. La parte que más disfruté es Ollantaytambo. Créeme, no escribiría esta palabra si no fuera hermosa (jajaja). Además, con algunas de las voluntarias hicimos Maras Moray el domingo. Era mi sueño ver las minas de sal. Probamos la sal con maíz tostado y chocolate, ¡un regalo!



Una semana cargada:
Es la última semana de dos voluntarios, entonces debemos hacer todas las cosas que queremos hacer con ellas. Lunes: visita a la catedral y templos de la Plaza de Armas. Martes: Yuri me llevó a las librerías del centro porque quería comprar libros en español. Miércoles: Una mañana tranquila, lo necesitaba. Lectura y super mercado, nada más. Jueves: Una última mañana en el centro con las chicas, caminé en San Bas y hablé con locales en sus mercados. Por supuesto, mi día favorito: viernes, en el proyecto jugamos por tres horas. La semana pasada jugué al voleibol y hice voltereta con los niños. Tal vez, me divertido más que los niños (oupsi).




Disfruto cada momento aquí porque sé que el 11 de mayo me voy y extrañaré este lugar. Entonces, una cosa que yo quiero hacer este fin de semana es perderme en las calles del centro. Todo es tan hermoso y en las mañanas no tengo bastante tiempo para ver todo lo que quiero ver. ¡Hasta el próximo blog!
Con amor desde el Perú, Nayara.
Algunas más fotos de la semana.





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