Una cosa que me encanta hacer en Frutillar es probar diferentes especialidades en los cafés o tiendas. Esta semana, probé un kuchen, un postre alemán que consiste en una masa con frutas, crema y, a veces, trozos o flan. Todos los ingredientes se combinan de una forma tan perfecta que cada bocado es un verdadero placer. Lo más importante de este postre es que fue una de las experiencias gastronómicas más memorables que tuve.

Kuchen

La pastelería de Kuchen
Desde mi llegada, vi la mayor parte de Frutillar, pero me faltaba el famoso Museo Alemán. Fue muy interesante, pero mi parte favorita fue las flores frente a las casas. Su color agregaba un tono al paisaje que creó un paisaje mágico y apacible. El museo, con 4 casas de arquitectura alemana rodeadas de árboles gigantescos, me hizo sentir como en Alemania. Esta visita me permitió imaginar como era la vida en tiempos de colonización. Fue una experiencia tranquila y llena de historia que me encantó.


Vista desde una casa

Casa de estilo alemán
Una facilitadora me ofreció pasar un día en Valdivia para cerrar la semana. Esta ciudad, tan viva y distinta, me mostró otro lado de Chile. Empecé mi visita en el Mercado Fluvial, un lugar vibrante donde se venden pescados frescos, lleno de olores intensos, colores y voces. En mi camino, descubrí algunos leones marinos que habitan libremente la ciudad. ¡Imaginen la escena! Para almorzar, probé un ceviche del marcado, tan fresco que me parecía recién salido del mar. No puedo imaginar algo más fresco. ¡Qué rico!

Ceviche

Mercado Fluvial

Leones marinos
La semana próxima, voy al volcán Osorno, el más famoso de la región. Lo veo todos los días, pero poder verlo de cerca será una experiencia increíble.

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